Los tres ámbitos que se recogen en el Mapa Conceptual Multimedia elaborado con Mindomo son la discapacidad, la tercera edad y la drogadicción. Todos ellos son presentados mediante un vídeo y una posterior nota aclaratoria del mismo. El vídeo de la discapacidad posee un mensaje muy contundente. Nos muestra distintas personas, hombres y mujeres, que sufren algún tipo de discapacidad. Todos ellos infunden a su interlocutor un claro enfoque de fuerza y optimismo para su circunstancia y critican el hecho de que la gente por la calle les “mire raro”. Llama la atención cuándo uno de ellos afirma que “es duro ser especial”. Son solo cuatro palabras que esconden mucho significado detrás, porque te hace pensar lo que esa persona debe haber sentido en distintos momentos de su vida para haber llegado a esa conclusión. El segundo vídeo trata el tema de la tercera edad. Se mencionan situaciones por los propios ancianos en la que los mismos se consideran una carga para sus familiares, o hablan sobre la soledad, o sienten la necesidad de hablar y ser escuchados, etc. Una señora hace referencia a que llegados a este punto lo que ella quiere es “vivir, comer y vivir”.Otra hace alusión a que ahora le faltan fuerzas y le sobra tiempo. Esto último nos ha hecho pensar como en la etapa que nosotros vivimos ahora, la juventud, ocurre lo contrario: tenemos fuerza y energía, pero muchas veces nos falta el tiempo para todo lo que queremos hacer. Nos queda el gran mensaje de no negarse a aprender nunca y de poseer se tenga la edad que se tenga, un espíritu joven. El tercer vídeo se titula “10 drogas que no deberías tomar si vas a conducir”. Se nos muestra de forma aleatoria a un conductor y a su reacción según la consecuencia que en él va teniendo cada tipo de droga que consume. Heroína, hachís, LSD, cocaína, alcohol, valium, éxtasis, absenta…Al final del vídeo, después de anunciar la escena con “todos juntos…”, vemos como el conductor se encuentra solo sujetando el volante sentado en el suelo de una carretera…sin el coche. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Realizamos un viaje por diferentes ámbitos del educador social. En numerosas ocasiones las desigualdades en la sociedad no es solo responsabilidad de un Estado concreto, ni de una organización o asociación determinada que no cumpla sus funciones. Si miramos más allá, muchas personas con discapacidad son absolutamente aptas para un porcentaje muy elevado de funciones dentro de muchísimos puestos de trabajo. No solo nos referimos a discapacidades físicas, incluso mentales. Ancianos que llevan toda su vida luchando para que ahora tengamos todo lo que, en ocasiones, ignoramos. Y qué decir sobre los drogodependientes. Un colectivo a los que generalmente sus actos y sus contextos los han conducido a llevar un ritmo de vida que muchos considerarían despreciable. El educador no se queda en el despacho, ni siquiera en el horario laboral. El educador es tal desde su despertar hasta que pone de nuevo los pies en la cama. El educador debe hacer entender que a aquel a quien muchos llaman “inválido” es tan válido como cualquiera, a veces incluso más cuando ves que supera obstáculos que para nosotros ni se nos plantean. El educador mira al anciano como el luchador que descansa, como el que fue motor para el mundo actual y que a veces ve como aquello que consiguió con su sudor se desmantela. El drogodependiente como preso de sus circunstancias y no como carcelero de su propia alma. El educador es educador fuera de horarios, paredes e incluso expectativas, porque el cambio no empieza desde fuera, sino desde sus manos, pasando el testigo hasta que llegue a lo más alto del cuerpo jerárquico de la sociedad.
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